EL VENERADO BELLOCINO


Andreas 2009

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez desconfío más de quienes se toman el arte demasiado en serio.

Arte, arte, arte...arteee...arteeeeee....ahhhh...aaahhhhh....aaaaaaaaahhhh....nada supera a un orgasmo de arte.
Tanta veneración por algo que no existe, o que nadie puede demostrar que exista, me lleva a recordar a los que dedican mucha vida y mucho tiempo y muchas otras cosas en base a conceptos como el de dios. Se reúnen para hablar de dios-arte, lo definen, se asocian en su nombre, realizan obras dedicadas a él, deciden que hay que ser especial para conocerlo, sentirlo dentro, estar en contacto directo con él y expresarlo. Hay que tener cuidado en no herir a estos seres especiales, pobrecitos incomprendidos. A veces se escandalizan, ofenden o compadecen cuando otros, los estériles, ignorantes, incultos y pobres de corazón, y sin duda envidiosos de ellos, hacen descender a su dios-arte-dios-ego-dios-jeta al nivel del común humano, si reniegan de él, se cagan en él, lo cuestionan o no le entregan su alma (otro de estos conceptos de los cuales mucho se habla y poco o nada se sabe o se entiende).

Cada vez desconfío más de quienes veneran desmesuradamente lo inerte, lo que no siente, o profesan un amor ciego a las máquinas; de aquellos que se hacen respetables mientras consumen su vida derrochando de forma muy seria, grandes dosis de vitalidad, emotividad, y capacidad intelectual, tratando de certificar y materializar conceptos de dudosa existencia y dudosa valor como dios o el arte; pero que extrañamente (y aquí es donde ya me pierdo) se descubren muy poco capaces de advertir las necesidades de las personas, escasamente interesados en invertir su tiempo, su sensibilidad y su inteligencia en prestar atención a la más que probable realidad de la existencia de las personas.

Hoy he leído algo que ha hecho que me avergonzara de tí.

Unknown dijo...

Sin derecho a réplica...